Nueva reestructuración en Codere para salir de la asfixia

Codere. Imagen de un montón de monedas de cétimos

El Covid-19 dejó a Codere en una situación de asfixia financiera que no ha conseguido aun superar.

La última medida adoptada ha sido la emisión de 100 millones de deuda, que será cubierta por los bonistas que la controlan. Sin esa nueva liquidez la empresa reconoce que “las disponibilidades de tesorería en el segundo semestre de 2023 no serían suficientes para hacer frente a las inversiones imprescindibles para la continuidad del negocio y al pago de los intereses de la deuda”. Además aplaza un año el vencimiento de bonos emitidos anteriormente con el consiguiente encarecimiento de los intereses.

Bajo el nuevo plan de negocio, Codere no espera recuperar los ingresos previos a la pandemia hasta 2027. En ese año, el ebitda ajustado de su negocio físico llegará a 225 millones, todavía por debajo de 2019.

La empresa apunta a un plan de recorte de costes. En 2022, sus gastos operativos llegaron a 556 millones, de los que un 44% correspondieron a la plantilla. “La compañía se enfocará en racionalizar sus costes para ser más competitiva, y una de las grandes prioridades del nuevo equipo de gestión será introducir un foco disciplinado en la asignación de costes y capital”, dice en una presentación enviada a analistas. La compañía dice que buscará “eficiencias” a nivel de sus oficinas centrales, pero asegura en la documentación de su plan que este “ofrece una perspectiva razonable de evitar el concurso y asegurar la viabilidad de las sociedades en el corto y medio plazo y de mantener el empleo”. Tampoco tiene prevista “la ejecución de ninguna medida operativa que afecte a la plantilla”.

Fuente: cincodias.elpais.com