Caso del AVE a La Meca: imputado el jefe de Contabilidad de Abengoa

La querella por presuntos delitos de falsedad contable, simulación de contrato y estafa a inversores en el proyecto del AVE a La Meca de Abengoa arroja una lista de 11 directivos y exdirectivos de la compañía andaluza imputados. Según la documentación a que ha accedido El Confidencial, dos altos responsables de la empresa a día de hoy aparecen en las pesquisas que se desarrollan desde hace un año en los juzgados de Sevilla. Se trata del director de Consolidación y Control de Gestión, José Fernando Giráldez, y, junto a él, su hombre de confianza, Julio Artillo, director financiero corporativo de Abengoa SA.

Giráldez, máximo responsable hoy de la elaboración de las cuentas de Abengoa, era, en el periodo que se investiga (años 2015 y 2016), director de Administración, Consolidación, Finanzas y Control de Gestión en Abeinsa, la filial cabecera del negocio de ingeniería, y de ella dependía Inabensa, compañía que ejecutó los dos proyectos que logró Abengoa en el proyecto del tren veloz de Arabia Saudí por 150 millones. Artillo, por su parte, era director de Administración de Inabensa, donde dependía de Giráldez. Alfonso González, presidente de Abeinsa y una de los directivos clave de la compañía hasta su salida en 2016, también está imputado. Como las propias sociedades Abeinsa e Inabensa.

La querella, impulsada por la Asociación de Perjudicados por Abengoa a través del despacho Ius+Aequitas y sustentada sobre las declaraciones de cinco testigos hasta ahora, detalla las prácticas de manipulación de las cuentas de los dos proyectos del AVE a la Meca. El objetivo era ofrecer una falsa imagen de rentabilidad y ejecución de los mismos. El objetivo de estas prácticas, según recoge la querella, era que los directivos cobraran sus bonus anuales ligados a resultados.

Se eliminaban o retrasaban arbitrariamente gastos, se modificaba la fecha de las facturas, se producían facturaciones falsas entre filiales del grupo o se modificaba el tipo de cambio entre la moneda saudí y el euro. Todo ello, además, en medio de la elaboración durante el año 2016 del primer plan de viabilidad de la compañía y tras haberse conocido que en 2015 Abengoa afloró pérdidas ocultas de 900 millones en su filial de ingeniería Abeinsa. Parte de las manipulaciones estaban justamente relacionadas con la elaboración de la información contable que se incluyó en ese plan de salvamento, según han declarado los testigos.

Fuente: www.elconfidencial.com