1. Introducción

En algunas empresas es habitual que un gran número de las operaciones que realizan sean en moneda extranjera. Esto puede ser debido a circunstancias de muy diversa índole, como el objeto social al que se dedican, mercado geográfico en el que operan, composición de su clientela, etc.

El problema de estas operaciones aparece fundamentalmente en las operaciones a crédito, ya que, cuando se realiza la operación existe un tipo de cambio determinado. Sin embargo, cuando se produce el vencimiento de la operación, el tipo de cambio será otro diferente, mayor o menor que el inicial, de tal forma que se originan diferencias con respecto al precio pactado inicialmente. En definitiva, se ha modificado el precio de la operación.

Además, cuando estas operaciones se realizan a largo plazo, las cuentas representativas de los créditos y débitos aparecerán a lo largo de varios ejercicios en las cuentas anuales debiendo aparecer ajustados a los tipos de cambio vigentes en el momento de elaboración de dichos estados financieros.

Debido a todas estas circunstancias, el PGC dedica la norma de valoración 14.ª al tratamiento contable de las operaciones de moneda extranjera.

A lo largo de este capítulo se desarrollan los aspectos contables de las operaciones de moneda extranjera relativas a:

  • Valores de renta fija, créditos y débitos.
  • Inmovilizado material e inmaterial.
  • Existencias.
  • Valores de renta variable.
  • Tesorería.

Para el registro contable de estas operaciones existen tres cuentas en el PGC, que son las siguientes:

 

136 Diferencias positivas en moneda extranjera.
668 Diferencias negativas de cambio.
768 Diferencias positivas de cambio.

 

En principio, es necesario precisar que la cuenta 136 pertenece al subgrupo 13, «Ingresos a distribuir en varios ejercicios», y que las cuentas 668 y 768 pertenecen, respectivamente, a los subgrupos 66, «Gastos financieros», y 76, «Ingresos financieros».