En los últimos años, las criptomonedas han irrumpido en el panorama financiero global, captando la atención de inversores, entusiastas de la tecnología y público en general. Su naturaleza descentralizada, su potencial de crecimiento exponencial y su uso en diversos sectores han revolucionado el concepto tradicional de dinero y el mercado de las transacciones financieras, generado un ecosistema vibrante y en constante evolución.
Inversores particulares, empresas e incluso países como El Salvador han abrazado el bitcoin y otras criptomonedas, cegados por sus beneficios y en algunos casos despreciando su elevado riesgo.
Su creciente mercado y su utilización por cada vez más empresas trae consigo cambios en materia normativa que los buenos contables tienen que conocer. Uno de los cambios más recientes, viene de la mano de la Junta de Normas de Contabilidad Financiera (FASB) que ha aprobado modificaciones en la forma en que las empresas deben contabilizar sus tenencias de criptomonedas y otros activos digitales.